Desata polémica la prohibición de música de banda en condominio de Mazatlán
En Mazatlán, Sinaloa, una medida aparentemente simple ha desatado una ola de controversia y protestas en la comunidad artística y turística. Todo comenzó cuando el condominio «Camino del Mar» emitió un aviso que prohibía la música en vivo en sus instalaciones, citando quejas de turistas por el ruido.

Esta medida, que inicialmente parecía ser un asunto local, rápidamente se expandió cuando la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas decidió respaldarla. Propietarios y directivos de hoteles señalaron que el ruido en Mazatlán es una preocupación generalizada, atribuyéndolo no solo a los músicos que tocan en las playas, sino también al alto volumen de los antros y el ruido generado por el transporte público, como las pulmonías.
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La reacción no se hizo esperar. En redes sociales y en las calles de la ciudad, se desató una tormenta de opiniones encontradas. Diversas agrupaciones y solistas organizaron protestas en la avenida Camarón Sabalo, recibiendo un fuerte apoyo de la población. Sin embargo, también hubo quienes respaldaron la medida, generando enfrentamientos entre artistas y autoridades policiales.

Ante este escenario, el alcalde de Mazatlán, Edgar González Zatarain, ofreció una entrevista al diario local El Debate para aclarar la postura del gobierno municipal. González Zatarain afirmó que las bandas sí podrán seguir tocando en las playas, pero bajo ciertas condiciones. Se establecerán horarios regulados para estas presentaciones y será obligatorio que los grupos estén debidamente identificados.
Hasta el momento, se han emitido 56 permisos a grupos de banda y norteños para que puedan continuar con sus actividades musicales. El alcalde aseguró que se mantendrá un control sobre estos eventos para garantizar el orden y el respeto hacia los residentes y turistas.
González Zatarain hizo hincapié en que la medida no busca silenciar el trabajo de los músicos, reconociendo su papel fundamental en la identidad cultural de Mazatlán. Sin embargo, enfatizó la necesidad de encontrar un equilibrio que permita el disfrute de la música sin perturbar la tranquilidad de los habitantes y visitantes de la ciudad.